miércoles, 8 de agosto de 2007

¿Por que ellos si?

Hace algunas semanas, descubrí que en Cosmopolitan Channel están repitiendo "Sex and the city". Si bien estoy consciente de que puede ser una serie demasiado armada, exagerada e irreal (¿no son esos los fundamentos de la televisión?), debo reconocer que me gusta, y me divierte mucho -o por lo menos lo hacía-, porque reflreja bastante bien, y de manera divertida, cosas que a todas las mujeres nos pasan en algún momento, que pensamos, que sentimos... aunque no lo queramos reconocer.

Pero la semana pasada, se acabó el encanto... desde entonces no he hecho más que destrozar la serie en mi cabeza, y el lunes, que es el día en que la pasan -a las 10 de la noche-, no ví más que errores, exageración, y una cabeza muy, muy limitada que no hace más que aggiornar clichés detrás de esos guiones.

El capítulo, trataba sobre una de las chicas, Carrie, que estaba regresando con su novio al que había engañado con su ex, una especie de amor de la vida exageradamente patológico e intermitente. Volvieron luego de una serie de encuentros casuales a partir de los cuales ella se dió cuenta que seguía muy enamorada de él y había sido una tonta. Luego de pedirle ella por favor que regresaran, retoman la relación. El, corazón roto, un dulce antes, un verdadero bombón, "afloja", porque la quiere. Pero de bombón pasa a ser mamón, indiferente, sarcástico, y hasta medio violento. Luego pasa a una actitud despectiva, que ella, pacientemente, consciente del mal que le hizo, entiende y trata de manejar, dándole tiempo de que "cure su herida". Al final, el tipo termina castigándola y queda implícito que se fue con otra mina.

Escena final: ella (des)vetida y compuesta en la cama rodeada de velas, apagándolas y pensando que el la estaba haciendo pagar por su gran error, entre resignada y afligida.

Cuando me dí cuenta de lo que estaba viendo, me dí cuenta del porqué de mi sorpresa y mi molestia: si el caso hubiera sido reverso, probablemente, ella estaría sufriendo, y luego de una buena sesión de llanto y terapia con las amigas en algún bar newyorkino, se hubiera dado cuenta de que lo ama y lo necesita más allá de cualquier equivocación y que lo va a aceptar de vuelta y va a dejar eso en el pasado, porque bueno... "hombres son hombres, y así son ellos..."

¿Así cómo, me pregunto yo? qué tienen de diferente que hace que se les permitan y entiendan y perdonen todo tipo de metidas de patas, boludeces, mierdeces, y demás. Y me lo pregunto más y más desde que me dí cuenta que la lógica sex-and-the-city se repite permanentemente, en otros medios (incluso los más "críticos") y en la vida cotidiana entre amigas, madres, esposas, novias y demás.

¿Y qué derecho mundial divino hace que cuando una está con otro hombre -no defiendo la postura, pero por otras razones, no por moralina- todo el mundo te juzgue como una perra, un mala mina, una aprovechada... incluso aquellos que se toman la vida con un poco más de "liviandad" -y que aunque puedan decir "bueno, quién sabe, capaz que se cansó, o capaz que ya tenían problemas... andá a saber" siempre rematan con un "pero qué perra, pobre tipo..."-?

¿Porqué si una hace lo mismo e igual regresa con el "humillado", tiene que someterse a todo tipo de decalificaciones y mandas para que la perdonen y recuperar su dignidad?


¿Y porqué cuando un tipo nos maltrata, ya sea haciéndonos sentir engañadas, dolidas, incómodas o lo que sea, no le podemos decir que se vaya a hacer sus cositas en otro lado? ¿por qué estamos tan acostumbradas a ceder me pregunto yo? ¿y porqué mi vieja, mis amigas, y yo misma que alguna vez lo hice, nos recitamos invariablemente "y bueno, es hombre, entendé que piensan diferente... ellos están acostumbrados a hacer otras cosas..." ¿¿¿!!!!???

viernes, 27 de julio de 2007

Gajes del oficio

1. las sinuosidad del propio cuerpo

2. los amores sorpresivos y pasajeros, sin rollos y destinado a disolverse en el tiempo

3. recuperar la seguridad

4. cuando vas de compras y todo lo que te probás te queda bien, a pesar de que no te matás en un gimnasio ni sos una diet freak

5. cuando en el laburo hay gente que hace que te den ganas de ir -aún cuando no tenés ganas de salir de la cama a sentarte frente a la computadora-

6. cuando te tocan por primera vez

7. el primer orgasmo

8. el primer orgasmo sola!!

9. cuando descubrís tu "ahí" y sabés explicárselo a el... y el lo entiende!!! -yo no le vi la cara a dios, como dicen, pero sí ví estrellitas-

10. cuando aprendés a decir extactamente lo que querés sin pelearte con nadie y sin sentirte culpable ni exagerada

11. cuando dejás de pedir permiso -y no sólo a tus viejos...-

12. cuando te portás tan mal que, aunque nadie te rete ni esté prestando atención, te relamés recordando

13. cuando aprendés a bailar y a dejarte llevar sin sentir "cosita" si te toman de las caderas y otro cuerpo te roza

14. sentirte deseada

15. cuando tu "amiga" la que le quita el novio a todas o se la pasa coqueteando con todos los tipos que te gustan, el tipo que te gusta no le da ni pelota, y, encima, te trata como a una diosa

16. cuando dejás de sentir a las demás mujeres como amenaza y podés cultivar amigas en todos lados

17. cuando por fin lográs que cada cosa que te dice tu vieja no pese toneladas y que ademas te diviertan

18. mandar elegantemente por un tubo a ese tipo que es un agujero negro sin que duela tanto, y pudiendo escuchar sus rollos y manipulaciones sin que te afecten

19. cuando tu ex, el que te hizo sufrir como magdalena, se la pasa saltando de gato en gato, amargado... y cuando te lo encontrás no te puede sacar los ojos de encima y se porta como un adolescente

20. los amigos hombres -pero amigos amigos eh? no histeriqueadas-: divertidos, simples, transparentes como gota de agua, sin competencias... y una biblia

21. hacer reir a alguien

22. hacer sentir mejor a alguien

23. ayudar

24. cuando dejás de sentirte incómoda, a disgusto o tan inconforme con tu cuerpo

25. cuando te das cuenta que, si bien el corazón no entiende razones, podés elegir cuándo hacerle caso y cuándo no... porque tenés todo el derecho del mundo a elegir ser felíz

26. cuando te das cuenta que el hombre que tenés al lado es el amor de tu vida... y se lo decís y no sale corriendo

Para muestra un botón. Qué rico ser mujer.

Esta boca es mia

Mía. Mía. Hace ya no sé cuanto abrí este blog. Como empezando algo que no sabía muy bien qué era ni cómo iba a continuar. Como suelo comenzar muchas cosas en la vida.

Después, como suelo también hacer seguido, lo abandoné. Tenía mucho tiempo sin abrirlo. Miedo, puro miedo. No es que no tenga cosas que decir, es que, simplemente, tenía miedo de decir boludez y media nomás. Hoy, al pedo como cenicero de moto, surfeando en el mundo blog, me acuerdo del mío, y me doy cuenta, que en realidad, no importa lo que diga.

Todos tenemos algo que decir y algo que contar y puede que a muchos no les parezca -aunque puede también que nadie lea este blog y me salve de la tan temida crítica. Pero me parece por momentos que es gracias a la cantidad de boludeces que pensamos, decimos y compartimos, que nacen algunos de los pensamientos más lúcidos que podemos llegar a tener. Luego, gracias a esos momentos, hacemos cosas drásticas, fantásticas -en términos de que nunca pensamos que haríamos, o ni siquiera se nos ocurría, no estaba en nuestro universo de vida- lindas, bárbaras... y a veces también reverendas pelotudeces... pero, quién nos quita lo bailado? quién nos quita la sensación cuando una vez tomada la desición nos ponemos en campaña? la fuerza, la emoción, el placer?

Así que retomo, con ganas de decir un montón de cosas, y como dice el dicho que dice: "el que quiera oir, que oiga". Y el que no, bueno... no y listo.

martes, 16 de enero de 2007

La pérdida de la inocencia

Ultimamente estoy triste. Me siento inercial. Y eso me mata. No soporto pensarme así. Me genera un desesperación terrible, de esas que más que explotar te come por dentro.

Mi pareja ya no funciona (me enamoré de un egocentrísimo ego), mi trabajo comienza a aburrirme. Descubrí que no sólo no puedo confiar tanto como creía en mi familia, si no que además, por salud mental y emocional, tengo que mantenerme a cierta distancia. Una sabe que en los hombres no puede confiar, sabe también que la amistad no siempre es fácil, que el trabajo siempre tendrá una cuota de aburrimiento y que más bien hay que moverse y buscar alternativas permanentemente. Pero la familia siempre queda en el imaginario como territorio seguro, a donde siempre se puede volver, como la patria, como la casa propia. Al final una se termina dando cuenta de que todos somos gente compleja y difícil. Aprendiendo a entender y manejar este mundo tan lastimado. Pero qué soledad, qué páramo, qué tristeza.

En fin, no me tiro para levantarme ni para que me levanten. Está todo bien. La vida sigue y con su curso miles de cosas buenas que vendrán a equilibrar lo triste dando fuerzas para enfrentarlo.

Quizás en el fondo todo esto es una pataleta porque no quiero dejar a mi novio, aunque soy consciente de que si me quedo al lado suyo, su ego terminaría por absorberme totalmente, para continuar alegremente el camino en busca de la próxima presa. Una lástima. Porque no sé si alguna vez en mi vida había amado tanto ni me había entregado así... la otra opción es que agarre la onda y haga-mos- algo al respecto... pero esa, siempre, es la parte más difícil, que puede llegar a imposible incluso...

veremos le dijo un ciego a un sordo, que charlaba con el mudo... -cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia-.

miércoles, 10 de enero de 2007

Inaugural

Bueno, horas de intentar crear un blog, pero algo raro con la página, como si esta poderosísima red global en banda ancha que tanto mueve, conecta, muestra y a la vez vela en el cada día más común disimulo de enredo discursivo para no decir lo que morimos de ganas de gritar pero esperamos que alguien pueda leer entre líneas para ahorrarnos la imposibilísima tarea de hacer el miedo a parte y abrirnos, se estuviera burlando de mi timidez cobarde, cómoda y segura.

Pero acá está, por fin lo logré, como logré animarme. Binvenidos a este mi lugar donde encontrarán delires, reflexiones, diálogos, monólogos etecé etecé, no todos tan existenciales como el precedente. Y donde también espero poder leer/escuchar a todo el que tenga ganas de decir lo que sea, una de mis actividades preferidas.

Ala pues, ahí vamos.

Y que este nuevo años encuentre muchos miedos volando por la ventana, muchos amores, y puertas abiertas que nos inviten a empaparnos de vida y derribar muros.