lunes, 31 de marzo de 2008

Lo leí en algún lado

Los seres humanos somos la única especie que ante el miedo se paraliza. Me refiero a parálisis. Total.

Y aunque hay animales que se paralizan, lo hacen como estrategia de supervivencia: esperando el momento preciso para defenderse, es decir, atacar. En la mayoría de los casos, aún cuando se enfrenta a una muerte inminente, un animal lucha hasta el final.

Si un animal se paralizara ante el miedo sus posibilidades estarían limitadas a dos: lo matan, o se muere de inanición.

A nosotros no nos matan, pero podemos morirnos de inanición. Y a veces la inanición puede ser autoprovocada, porque además de la de paralizarnos, tenemos excelentes capacidades de abstracción, imaginación y suposición, que nos ayudan a encerrarnos, como conchas, en nosotros mismos.

Y cuando digo muerte, no me refiero a la muerte que roba nuestro cuerpo del mundo, la de llantos, sepelios, flores y caravanas en cementerios, eh?

miércoles, 26 de marzo de 2008

La encontré!!!

Esta revista es para mí, una de lás más lindas, en tooodo el sentido de la palabra, que tuve en mis manos... y eso que soy una magazineadicta total.

La edición, la estética, el material.... pero sobre todo sus reflexiones, la calidad de las letras y la lucidez, la actualidad y esa manera tan... íntima de tratar cada tema, tan cercano, tan real.

http://www.terra.com.ar/canales/latido/anteriores.shtml

martes, 25 de marzo de 2008

Otro punto de vista

Yo con Cuba tengo una relación rara, difícil.

No puede dejar de ser crítica -algo que mamé desde pequeña: una capacidad impresionante para cuestionar todo y buscarle siempre la vuelta-, pero trata de ser respetuosa.

Esta postura me valió más de una vez un desencuentro, incluso con mis familiares más cercanos, con quienes siempre todo se habla, y los diferentes puntos de vista se escuchan y defienden sin necesidad de convencer a nadie o nombrar un ganador en las conclusiones. Pero Cuba desata pasiones.

Nunca fui a la isla, y la verdad, es algo que lamento mucho: me hubiera gustado mucho conocer la Cuba pre renuncia de Fidel -que no antes de Raúl, para mi eso no es cierto, creo la cosa es mucho más compleja- y poder ir ahora otra vez.

Aún así he buscado la manera de mantenerme informada y en contacto con Cuba, su historia y sus historias, todas las que pueda.

El blog de esta chica es para mi, interesantísimo, y muy valioso, por que es, justamente, otro punto de vista. Ni gusano, ni fanático de la revolución, ni victimizado ni superior. No puede etiquetarse así de fácil, y no me parece que busque etiquetar tan facilmente las cosas que pasan. Es un punto de vista que narra de manera crítica y realista el día a día del regimen más viejo de la historia.

http://www.desdecuba.com/generaciony/

Será...

que somos de veras tan predecibles??

a mi la verdad me jodió un poco no poder negar absolutamente ninguna de ellas... chispas...

Las verdades masculinas se quedaron cortas -y mucho! no nos hagamos che...-, se nota que las hizo un chico.

Clasificación de los posibles ellos según ellas:

a. Tierno y sensible pero a veces muy aburrido.
b. Muy inteligente, pero egoista.
c. Egocéntrico y sobrador pero bueno en la cama.
d. Divertido y se lleva bien con todos, pero no me da mucha bola a mi.
e. Perfecto en todo pero malo en la cama.
f. Perfecto en todo pero malo en la cama (y se cree buenísimo).
g. Yo lo amo, pero sus prioridades son: Su vieja, Racing y muy después yo.
h. Es lindo, sabe escuchar y es muy atento, pero está obsesionado conmigo y se vuelve pesado.
i. Es divino y me cuida, pero se viste para el culo y me da vergüenza sacarlo a la calle.
j. Toda la facha, sex appeal, cogemos increible, pero la fidelidad le dura una semana.
k. Le pone toda la onda pero no se le para del todo.
l. Está todo bien pero me molesta cuando se pone a hablar de mamá.
ll. Sabe cuándo estoy mal y respeta mis tiempos, además tiene mucha guita, pero se ríe ridículo y es medio facho.


Clasificación de las posibles ellas según ellos:

a. Le doy.
b. No le doy.
c. La amo.


http://algunasverdades.blogspot.com/

martes, 18 de marzo de 2008

Lucidez


http://www.dosisdiarias.com/

Dense un vuelta.

Yo, gracias a la Negra -lo siento Negra, robo total-, me volví una fanática que todos los días entra a ver si ya sacó algo nuevo.

Vacaciones

Un viaje que no pudo ser a Antigua. Me quedé con ganas. Pero sé que habrá otros.

Quim que va a estar en casa todo el día, toda la semana -esto se va a poner divertido, y le va a venir bien desconectarse un rato.

Amigos que van a andar por acá y un fin de semana prometedor.

La familia -mía para mí, política para él... qué bueno que se llevan bien- que llega mañana, cocinar rico -unos ñoquis amasados con el Negro, recuperar la receta de los malfattis de la Nonna-, una posible escapada a SMA antes de que llegue la gente y la locura del fin de semana.

Las segurísimas protestas de mi Antihéroe Preferido, Mamita retándolo y los dos jugando a pelearse frente a nuestras risas. Las charlas polémicas y eternas, el humor filoso.

El Mexicano más Argentino del Mundo Mundial y su patagónica felino chilanga y cómo te quiero amor.

Me gusta poder compartir todo esto con vos, Quim.

Lamentaré la ausencia de Missi Lizzy, me hubiera gustado invitarla a cenar y que conociera a la tribu... el solcito de Emiloco se hubiera divertido creo.

Me hubiera gustado ir a la playa con ellos.

Pero otra vez, sé que habrá más oportunidades -qué raro suena decir algo así con la tranquilidad de que no es justificación por dejar de hacer algo, si no, seguridad de lo que se puede generar.

El mundo empieza a girar otra vez, y eso que son vacaciones.

Songitanofilarmónicojazzístico

El sábado fue una delicia.

Fiaca gatuna entre mimos y reencuentros, comer tarde con el hambre y los sentidos a flor de piel que dejan horas de verterse uno en el otro, bañarse a cualquier hora y partir a descubrir El Fusilado en la Valenciana guanajuatense: los domingo BBQ, vale la pena ir digo yo, se pone lindo. Y tienen mezcal -pusieron Mezcalería acá, pero como que aún no termino de entenderme con que esté en un centro comercial, al lado de Cut Story -peluquería infantil-, el Starbucks y un hotel. Soy muy visual, muy de crear atmósfera... y sentarte a echar mezcalito en una vidriera más, y encima al lado de una carretera... mmh... -aún- no me mola.

Domingo comida china y partida otra vez a Guanas, charla a calzón quitado con Quim -qué capacidad tiene este chico de sobreponerse a todo, un maestro- recorrida por la feria del libro y visita a puestazo -pués-ta-zo- de discos a comprar golosinas. Estaban pasando El hijo de la novia en la escalinatas de la uni pero nos fuimos a ver al Quinteto Saravá al principal. El chico que canta -y otro más, me pareció, el colo de saxo- es argentino. Muy buen concierto, la bossa nova me lleva a un lugar dentro mío que no conozco, pero resuena tan familiar y placentero... me di cuenta que sabía buena parte de las letras porque inconscientemente acompañaba a Diego cantando bajito bajito, casi para adentro. Debe ser la sangre mulata de la Abuela María.

Caminando fuimos a parar al Zilch, a continuar sin querer queriendo la velada musical. Son del Montón, Escalante -clarinete-, un chico con flauta traversa y otro con guitarra gitana intentaban una grabacion. Algunas canciones debieron repetirse, cosa que no molestó en lo más mínimo, cada versión salía mejor. Hablando de atmósferas. Y Quim cerca, y mirarnos , a pesar de todo, a pesar del tiempo, así.

Al final creo que salió bien el registro. Asumo, porque nos tuvimos que ir. Qué bueno que fuimos, qué lindo estuvo... y qué bizcocho el chico de la guitarra gitana. No veo la hora de que llegue el FIAC.

Me gusta pasear por Guanajuato. Su ambiente, los personajes. Que los turistas no lleguen a todos lados: la ventaja de los recovecos.

Y me gusta no vivir ahí.

Y como que está empezando a gustarme este anonimato, poder aprovechar el tiempo para hacer y cultivar tantas ideas abandonadas. Y cada vez más me gusta mi casa.

Y cada vez nos entendemos mejor con Quim.

Y leo como desaforada y mi cabeza va saliendo del sopor que causa el miedo al cambio y me entran unas ganas enormes de producir.

Y escribo esto mientras la brisa entra por la ventana, empujada por el canto de los pájaros...

A lo lejos llega Towa Tei del estudio. Hace rato no lo escuchaba... qué bien va a quedar mi iPod.

En fin... parece que no está todo tan mal.

Tengo ganas de abrazar a alguien, o a mucha gente.

martes, 11 de marzo de 2008

Un cuerpo. III.

Mi primera dieta la hice a los 11 años. Me pusieron a dieta. No sé muy bien por qué. No recuerdo si lo lo pedí o me lo impusieron.

Mi papá, que me quiere mucho, pero tiene sus propios issues. Siempre -sin exagerar- me dijo que estaba gorda.

Soy argentina, lo que es decir que crecí en un país donde no sólo el índice de psicoanalizados es récord, si no el de anoréxicas/os y bulímicas/os. Vaya paradoja.

Vas caminando por la calle y hay gimnasios con fachadas como escaparates: vidrio, minas flacas, rubias y con el culo parado, haciendo ejercicio sin resoplar.

Una vez, a los 13 años creo, iba caminando por la calle, y me gritaron "gorda". Medía, en ese momento, alrededor de 1,70. Pesaba 60 kilos.

Soy alta, y grande. Tengo huesos grandes y pesados. Una espaldota, un par de gambas que parecen de futbolista, caderas amplias, pies grandes.

Nunca fui espirifláutica ni menuda, aunque suene obvio, y nunca lo pude asumir. No soy gorda, y si bien no estoy nada mal, estoy fuera de forma: unos mesesitos de gimnasio no me vendrían mal, por estética, pero también por salud... estamos en eso, nada más lejos que falta de voluntad.

De adolescente, estaba entre las más grandes, menos delgadas, y menos cool de mi grupo de amigas. De más estar decir que la diferencia se sentía, y desde fuera se marcaba. Encima, nunca fui buena para el verso del ligue, siempre salía con algún comentario sarcástico, un chiste negro, o alguna trascendental. Ja, ahora, mirando para atrás, me da gracia: una chica rara, fuera de lo común, no sólo físicamente, si no mental y verbalmente.

La bulimia y la anorexia eran, por así decirlo casi que una cuestión de identidad entre las adolescentes. La primera vez tenía 15 años, y no paré hasta los 20. Y paré sola. Por que me asusté. Mucho. Las quejas de mi cuerpo, sus denuncias, iban de mal en peor.

Cuando miro hacia atrás, cuando recuerdo, cuando revivo, me doy cuenta de tanta estupidez, tanto vacío... tanta soledad supongo... pero cuando pienso en lo que me hubieran podido decir para hacerme entender... no se me ocurre nada.

Qué le podés decir a una adolescente para que entienda que el mundo entero, sus ideas, sus mensajes, sus referentes, sus imágenes, están mal, retorcidas, alteradas, cuando ese mundo al que está insertándose es lo único que importa, el único referente posible?

Nada. Nada cuya semilla no se haya plantado en la infancia y le permita entender este código diferente, sano, real.

A los 18, cuando decidí parar -mi estómago sangraba, las muelas, cariadas por el ácido, me dolían- engordé 15 kilos. 15 kilos. Creo que ahí fue cuando me curé de espanto, peor que eso no se podía poner.

A los 20 recién pude comenzar a estabilizarme. En mi familia nadie lo sabe. Mi mamá no quiere hablar del tema. No importa. Quizás me heredó una obsesión. Pero también me heredó la lucidez para darme cuenta, y la fortaleza para romper con tanto sinsentido, descubrime a mi mísma, aceptarme y quererme.

Hoy, casi 10 años después, la mitad de las muelas reconstruidas, un sistema digestivo extremadamente sensible, y la pelea permanente angelito malo/angelito bueno cada vez que me siento a desayunar, comer o cenar, cada vez que voya a tomar un refrigerio, cada vez que me voy a dar un gusto o un antojo, escribo esto.

No es morbo, ni orgullo.

Hace poco, mientras me secaba y encremaba después de un rico baño, me encontré frente al espejo, mirándome absorta. Por primera vez, en 28 años, pude ver mi cuerpo tal cual como es.

Descubrirlo, sin comparaciones, sin juicios de valor, sin miedo. Y darme cuenta que sí es bello, sí es sensual, que es armónico y además noble, porque a pesar de todo, me ha cargado a lo largo de estos 29 largos, fantásticos e intensos años.

29 años.

Por lo menos no fueron 54.

Y quien sabe, quizás estas torpes y simples letras sirvan para que a alguien más le lleve menos -mucho menos- tiempo.

Meditation


Oh dear.

Such a mess...

Must find peace.

Saudade

Hoy estoy triste, muy triste.

Extraño todo, extraño mi vida en el DF, extraño tener mi mundo, que acá no existe, porque no hay de dónde empezar a construir. Extraño -cómo extraño- mi trabajo, pensar, producir, hacer.

Extraño a mis amigos.

No me gusta estar en casa, no me gusta hacer poco. No me gusta no conocer a nadie.

No me gusta estar en una ciudad que te cierra cortinas de hierro permanentemente.

No quiero terminar en un trabajo mediocre, haciendo algo que no me gusta, porque es lo que hay.

Me siento muy sola.

Me siento impotente.

Y lo peor de todo: no puedo escribir. Todo me sale horrible.

Y por momentos siento que me equivoqué. Otra vez. Y que el tiempo que pasa es cada vez más valioso. Y que esta equivocación me va a salir muy cara. Por el tiempo, por lo que dejé de lado, por todo el amor que hay en juego, que es mucho, y por el dolor que podría producir.

Oh well. Not the best day.

We shal see.

lunes, 10 de marzo de 2008

Un cuerpo. II

Ella tiene 54 años. Es una mujer hermosa, inteligente, sensual. Delgada -siempre lo fue- pero curvilínea, sinuosa.

Hace más o menos un año, empezó a ir al gimnasio, y a seguir una dieta muy sana que le sienta muy bien.

Hasta hace cosa de año y medio, pesaría, calculo yo, unos cincuenta y pico de kilos -y mide 1,70-, o por lo menos eso parecía. Recuerdo tomarla por el brazo -despacito, porque se sentía tan frágil- pudiendo casi hacer pulsera en su antebrazo con mis dedos gordo y mayor, y decirle, tratando de mantener la calma, que su estado era preocupante, que me parecía que estaba demasiado flaca, que estaba perdiendo forma, y masa muscular... y que ya era hora de empezar a cuidarse, porque el cuerpo tiene una memoria impresionante y nos cobra cada una que le hacemos. Si lo sabré yo.

Ella, felíz, y yo, lo que es peor, entendiéndola, cosa que me angustiaba aún más. Conozco esa lógica.

Es lindo estar flaca, sentirte liviana, que cabés en cualquier lado, que todo te quede, y si se siente ligeramente sueltito, mejor. Pero a veces una pierde noción de lo que es estar flaca, en forma, en línea. Y sé lo que es cuando no importa cuánto peso pierdas, no hay espejo que te lo muestre, porque tu ojos, tu cabeza, no lo pueden ver.

No importa lo que nadie diga. No importa el costo... aunque a veces, por suerte, si.

Un tiempo después, luego de varios colapsos, malestares estomacales, un surmenage antiguo resultado del estrés que amenazó con regresar, varios desmayos, un abrupto descontrol -rebelión, digo yo, denuncia- del cuerpo y quien sabe cuántas cosas más de las que no me he enterado. Algo pasó -quizás todo pasó- e hizo que tomara por fin, conciencia.

Llevó tiempo, y esfuerzo. Ahora come bien, a sus horas, sanamente, hace ejericio, y está divina. Delgada como siempre, pero curvilínea y firme. Y segura de sí. Se nota que se siente linda. Camina y las cabeza se dan vuelta tras sus pasos.

54 años.

Un cuerpo

Es lo más hermoso que hay.

Puede dar amor, placer, sostén, consuelo, calor. Contiene a la vida, la ayuda a realizarse en cada acto, en cada gesto, en cada sentido, en cada emoción.

Potencialidad, es un cuerpo en su papel de vehículo de la vida, cuna, protector.

Veo mi cuerpo en el espejo mientras pienso esto.

Mi cuerpo, el cuerpo femenino, es, para mí -quizás por ser mujer... pero me pregunto si pensaría diferente siendo un hombre... por lo que escucho de los que me rodean, quizás no tanto- siempre, hermoso, conmovedor, generoso, sensual.

Las mujeres crecemos con la idea de que no somos ni bellas, ni sensuales, ni deseables.

Porque eso no sirve.

Antes que nada, nuestro cuerpo debe ser bonito, perfecto, inalcanzable, sexy. Como el de las chicas que salen en la tele en topples y tanga blanca tomando sol en las playas de Punta del Este mientras fuman y toman champán, mirando a cámara incitantes, desafiantes.

De esta manera, el cuerpo, maravilloso y sabio, pasa a ser una carga, a veces hasta molesta y desagradable. Porque no está bien, porque siempre -siempre- le falta o le sobra, y queda fuera y no es deseable... y se convierte en una cosa, perfeccionable, modificable, reconstruible... deshechable.

Porque ninguna mujer -no importa cuán buena sea su genética- salvo actrices y modelos, quienes viven de y para ser bonitas, sexys, perfectas e inalcanzables -lo que en realidad equivaldría a decir expertas de la auto-modificación permanente-, puede ser así. Ni siquiera, suponiendo que se reconstruyera, mantenerse igual de por vida... y tener una vida normal a la vez.

Entonces, una mujer, cualquiera, que haya nacido en el mundo occidental en algún momento entre 1960 y hoy, y no es actríz o modelo, no es, física y estéticamente, lo que debería ser, y por lo tanto no puede hacer lo que haría, ni tener lo que tendría si fuera lo que debería ser. Eso es lo que aprendió. En resumidas cuentas.

Y lo estético, históricamente, ha sido vital para el desarrollo de la cultura humana. Y lo estético, hoy, está representado en lo físico y sus extensiones -iba a decir materiales, pero entre un cuerpo que se vuelve una cosa y sus extesiones "materiales" ya no hay diferencia, ya no hay humanidad que marque el límite-, claramente establecido y delimitado.

Claro, hay otras opciones para abordar y vivir la cuestión. Pero son eso. Posibilidades alternas, elecciones diferentes. Y las alternativas sólo pueden descubrirse una vez que se alcanza cierta madurez y autonomía como para empezar aunque sea a cuestionarse lo establecido. Y de ahí a realizar elecciones diferentes, hay otro camino que recorrer.

Y lo anterior, en el caso de una mujer que ha sido criada de manera, "ordinaria", es decir, dentro de lo establecido, expuesta a las ideas, entornos y tendencias comunes a todas, pasa luego de un buen rato.

Guadalajara

XXIII Festival Internacional de Cine, y una de las ciudades qué más me gustan:

- calorcito, brisa refrescante, vientito juguetón, árboles de copas grandes y frondosas, bugambilias y jacarandas por todos lados

- los locales: lindos y altivos, pero simpáticos y coquetos

- los visitantes, y sentarse en el lobby a vouyerear, ver y ser vista: actores, actrices, directores, periodistas, críticos, gente de la industria... cuanto flirteo! Y sobre todo ser visto: "ver" no es más que la forma de ser notado... Ego: el motor del séptimo arte.

- mariscos, cantinas, el barrio gay, el Hospicio Cabañas, el Bar Calavera, los afters, la parrilla Quilmes -con mozos argentinos de verdad-, La Minerva, el DF haciendo presencia y los conocidos: otra vez esa rica sensación cosmopolita

- los amigos, los reencuentros. Esos, por suerte, no exclusivos de la bella jalisciense, pero definitivamente ayudó...

- salas de cine, función de gala, alfombra roja, matiné a las ¡7! de la mañana, pelis hermosas, pelis buenas, pelis fiasco -qué verguenza los argentinos (somos el país invitado!!), qué mala propagando nos hace Santiago Loza-. Me perdí a Pino!! y me perdí a Santaolalla y su Café de los Maestros, Grupo elite, y Los héroes de la península, y me duele que sea prácticamente imposible que lleguen acá... quizás a Guanajuato, habrá que ver (ojalá)... y habrá que volver este fin para ver qué más encontramos!!!

- Quim cerca, y compartir todo y más -las ideas, los descubrimientos, los chistes, las viboreadas,los mimos, el colchón inflable y los ronquidos- con él.

jueves, 6 de marzo de 2008

Cambio de escenario

Mis delires cambian de aire. De mi adorado DeFe a esta felina ciudad del estado de guanajuato. Pero ahora más debrayados y peores que nunca: dejé mi selva de concreto por amor -porque honestamente, hasta ahora, esta ciudad es lo único que tiene para ofrecerme- y, como buena mina argentina, psicoanalizada, autónoma, liberada e hiperactiva, es una desición que me cuestiono permanentemente y con los argumentos más contradictorios.

León me mata... pero bueno, apenas van tres meses... veremos qué pasa...

miércoles, 5 de marzo de 2008

TRASCENDENTAL

Soy tan trascedental, que a veces hasta yo me canso de mí...