viernes, 27 de febrero de 2009

¿De qué se trata?

1. Cuando salgo con A. mi roomie —cosa que pasa seguido por que nos llevamos MUY bien— y nos ponemos a charlar con chicos y decimos que vivimos juntas, hay como un silencio, miradas que se cruzan inquisidoras, y alguien que, al fin se anima a preguntar: "...pero cómo? o sea, juntas? son pareja?" SIEMPRE.

2. Ayer, nos fuimos a tomar una cervecita y a ver flamenco a barcito condesero. A. guardó las llaves de su auto en mi cartera, y cuando nos íbamos me pregunta "vos tenés la llave ,no?", y mientras caminos hacia la salida escucho que un chico le dice a su amigo (estaban sentados en la barra por la que pasás para salir) "híjole, ya ves? te dije que eran lesbianas, chale".

3. Cuando me corté el pelo (antes lo tenía laaargo largo, y pensé que era hora de probar algo nuevo,y me encantó) cualquier cantidad de gente (pero cualquier cantidad eh? literal) empezó a hacerme comentarios tipo, ponele, estamos en una cena de thanksgiving y sale LA charla de los hombres y en algún momento me toca a mí y me preguntan "y vos? novia? novio?"

4. Antes de que me cortara al pelo, ponele de las tres veces por semana que salía a un bar con mis amigas, una volvía con el teléfono o la tarjeta de una chica... una de las cosas que me gusta de salir es la cantidad y diversidad de gente que conocés, entonces más de una vez empezaba a charlar con una chica que me terminaba preguntando si me gustaban los hombres y me decía "bueno, igual, te dejo mi teléfono, me encantaría tomarme un café con vos" ¿¿¿???? o llegaba una chica y me decía alguna guasada o algo muy tierno y sin más me dejaba su tarjeta en la mesa... que ojo eh? también me pasa con los chicos, no me quejo, no me va mal... aunque tampoco nos hagamos, ya sabemos que México es la tierra del ligue por excelencia... pero en fin, la cosa acá es que el tema es otro...



Yo no sé, de veras, qué tengo, qué transmito, qué se ve en mí. Raro. Digamos, no es que me quite el sueño, pero sí me sorprende y me saca de onda un poquito.

Sobre todo porque, si bien para mí la experimentación en el plano sexual no tiene límites de género y siempre, siempre pensé y defendí que el amor no es una cuestión de contornos, formas físicas, y género, nunca estuve con una chica. Y amo a los hombres, me encantan, me gustan, los disfruto.

Y creeme, no salgo a la calle a buscar chicas ni experiencias sexuales re locas. No sé, son situaciones poco comunes (al menos en mi vida) que, o se deciden y se construyen o se dan de una manera muy especial.

Y si me conocés en persona soy re tranqui y parezco mucho más convencional de lo que soy.

Y si bien mis amigas me dicen que no, que soy muy femenina, que para nada tengo un estilo masculinizado ni siquiera sutilmente, y que probablemente tiene que ver con una cuestión de que las muejeres fuertes son vistas de esa manera, no sé, no puedo dejar de preguntarme qué tendré que ver yo en todo esto.

Aunque también medio me pregunto si no tendrá que ver con que la gente ve mujeres juntas y, si no las ve producidas y ligando a diestra y siniestra, asume que son gays. No sé, es una punta que se me ocurre por ahí y creo que pude tener ver con este nueva perspectiva femenina en este nuevo entorno y bla bla bla bla. Ponele. Un poco como seguir soltera y sin hijos y sin prospecto a los casi 31 cuanto todo el mundo se casa y reproduce alrededor tuyo, o mínimo está de novio hace X años. Está todo bien, pero es raro, viste...

No sé, ideas sueltas. Pero sobre todo interrogantes.

martes, 24 de febrero de 2009

Ufa

1. En la Condesa abrieron una panadería rioplatense. Si señor, venden facturas, sanguchitos de miga y demases delicias sureñas.

Es todo un suceso: acá, por más restaurante argentino que hay, a nadie se le había ocurrido nunca algo así, lo más cerca que llegabas era a un postre tipo alfajor o panqueque de dulce de leche en alguno de esos restaurantes, y la verdad que en el afán de darle caché y hacerlo gourmet le terminaban sacando la gracia.

Facturas, entendés??? me puedo comer unas facturas, en pleno distrito federal, después de casi 4 años de no probar una.

Pero pienso (mi lado amargueitor, cómo no iba a salir) que con la llegada de las facturas a mi vida defeña regresa esa añoranza que a esta altura entendí que nunca me va a abandonar: qué ganas de agarrar el teléfono, llamar a alguna amiga y decirle: "Negra!!! preparate unos mates que paso a comprar unas facturitas y voy para allá", y pasar una tardenoche charlando, contándonos cosas, descosiéndonos de risa por cualquier boludes, y demases devenires de una charla matera.


2. Hoy leí por ahí:

"este tema a mi me hace fruncir el orto que da calambre"

y bué, me cagué de risa, pero también extrañé nuestro florido manejo del lenguaje y estar un rato rodeada de él


3. Hoy también, me encontré enfrascada en una típica conversación chilanga, en la que "se dice todo sin decir nada". Y otra vez, volví a extrañar esas charlas sureñas a calzón quitado, donde decís lo que tenés que decir y punto. Y está todo bien. O no. Pero no importa. Una se la banca, y generalmente, los demás también. Y la verdad no me pude hacer cargo porque eso me revienta: o decís, o no decís, viste, pero no me rompás las pelotas, entendés?




En fin, hay días.

Igual saliendo de acá me voy a la panadería rioplatense (ellos se pusieron así!!!) y me compro una facturas y me voy a casa y me tomo unos mates, qué tanto, ya basta de restregarse la naríz con los ojitos húmedos che, que al fin y al cabo, ahora estamos mucho mejor.

martes, 10 de febrero de 2009

SMS

El: "Me duele. Te quiero. Te extraño"

Yo: 1- "Vos no sabés lo que es querer, let alone todo lo demás. Vos, sos la persona más irresponsable y cruel que conocí en toda mi vida"

Yo: 2- "Vos no tenés derecho ni siquiera a pensar en mí. No te da. Soy demasiado buena para vos. Así que haceme el favor y desaparecé" (o algo así, tenía la cabeza tan caliente que me temblaban las manos)

Yo: 3- "Y si tenés algo que resolver conmigo para eso está el mail. Pero ni se te ocurra volver a mandarme un mensaje, mucho menos llamarme" (o algo así, a esta altura estaba que explotaba)

Yo: 4- "Yo por mi parte estoy haciendo lo que me corresponde, tus cosas te serán devueltas eventualmente. Eso es todo." (ídem: ya no tenía cabeza, sólo dedos que iban a mil)


Y sí, me re zarpé. Pero el es un conchisumaire. Y yo muy boluda. Ya era hora. Increíble como podés cortar de tajo tres años... bueno, supongo que en realidad sólo podés hacer estas cosas cuando te das cuenta hasta qué punto te tomaron el pelo (y lo peor, estuve a punto de firmar con un "Morite"... y bueno, estamos un poquito hechas mierda la verdad...).

lunes, 9 de febrero de 2009

Sepan disculpar

Tanta queja y amargura.

Hay que canalizar.

Pasará y vendrán tiempos mejores... y escritos más alegres.

domingo, 8 de febrero de 2009

Ah. Y sí.

Ya sé, la foto de arriba se ve medio para el culo así, pero no sé cómo arreglarlo.

Así que no sólo se van a encontrar con el blog de alguien que escribe boludeces y mal, además van a entrar a un blog que está diseñado como el orto.

Shit happens.

Pum

Hoy me dí cuenta:

No sólo soy insoportable.

Soy muy boluda.

jueves, 5 de febrero de 2009

Hoy

estoy insoportable.

IN SO POR TA BLE.

Ni yo me aguanto, y lo he hecho por 30 años.
Quiero viajar.

Lisboa.

Barcelona.

New York.

Colombia.

Perú

Bolivia

Argentina: Buenos Aires, Jujuy, Neuquén, Villa la Angostura, La Cordillera del Viento.

Quiero comerme un asado al costado del río y tomar mate con alfajores de maizena o budín de pan.

En vez, me siento en mi escritorio y devoro caramelos blandos de cajeta —sí, cajeta—.
El otro día alguien me preguntó "en qué ambiente me siento mejor". Me costó entender la pregunta la verdad. Es que cómo en qué ambiente. "Claro, con qué tipo de gente te sentís mejor". Ah bueno... uf, a ver, me deshice en una pregunta sumamente extensa que terminó teniendo una fuerte carga filosófica. No sé como hago pero siempre termino haciendo lo mismo, tengo una increíble capacidad para crear, del comentario más liviano, un postulado... madre mía... recién me doy cuenta qué tan existencialista soy. Me deben alucinar.

Creo que, ambientes ambientes, hay dos, en términos de tipo de ambiente y todo lo que se desprende de ellos.

Uno es el ambiente impuesto, el ambiente en el que te introducís: ahí ya está todo dicho; tiene una estructura armada, establecida e inquebrantable —generalmente por frágil y absurda—, construida a partir de parámetros muy claros e incuestionables de poder, sumisión y burocracia. Los hay algunos más graves que otros, y van desde el trabajo hasta la escuela. Lo que define a estos ambientes es básicamente el hecho de que tu capacidad de aporte, influencia o movilización es mínima... o peligrosa, forzarla sería un atentado, y podría tener costos altos —la exclusión, por ejemplo—.

El otro ambiente es el abierto, el permeable. Es todo lo contrario. En este no aplican cualidades ni adjetivaciones. No es bueno, ni malo, ni divertido ni aburrido. Podría ser cualquiera de ellas, pero la clave reside en la permeabilidad. En ellos podés influenciar, aportar, incluso podés hasta moldearlos, resignificarlos o hasta crear nuevos. Van desde la propia vida, hasta las reuniones con amigos, hasta un bar, hasta la calle... a veces si tenés suerte hasta el trabajo.

Ya con la gente es otra historia. Si bien puede responder de manera diferente a los estímulos que representamos los demás, cada quien es como es y no cambia, a menos que lo decida.

A mi la gente con la que me gusta estar es la gente abierta. Dispuesta a crear espacios —literal y metafóricamente—, capaz de pensar. La gente irreflexiva, por ejemplo, me aburre en sobremanera. Antes pensaba que era porque la gente irreflexiva puede ser muy peligrosa y les tenía miedo. Hoy, no logran en mí mayor reacción que el vil aburrimiento.

No me gusta la gente reaccionaria —que por defecto suele ser la irreflexiva—, ni la gente pose, ni la gente maleducada.

Me gusta la gente con la que podés establecer conexiones, que no tiene miedo de hablar,que puede ir más allá de lo que tiene y lo que hace. Que no necesita estar demostrándo permanentemente que viva es, o qué chistosa, o que chingona, como dicen acá.

Me desespera la gente interesada o con ínfulas de poder o maquiavélicas. Esa de plano es gente chiquita, y en fondo muy ignorante, por que no se da cuenta que eso es lo más irreal, efímero y cambiante que hay.

Me embola la gente que siente que tiene que demostrar todo el tiempo que es inteligente y hacer permanentemente afirmaciones lúcidas, profundas e iluminadoras. Relajate, corazón.

En resumen, me gusta la gente sustanciosa, inteligente, pero simple, abierta, transparente.

Me gusta la gente confiable, divertida, sin miedo y sin miedo a sí mismos.

Me gusta la gente generosa, que puede compartir, frontal, cachonda.

En fin, me gusta la gente que es gente, así, persona, en fin... qué tanto recaudo caray, la vida es corta.


No me importa el qué dirán,
ni si mañana es mejor,
no soy la bonita flor
perfumada y obediente.

Si debo apretar los dientes
y arremangarme la ropa,
un ancho es el as de copas
y a cualquier carta me apego
y al varón le sigo el juego
poniendo cara de sota.

No presumo de exquisita,
el lujo me importa un corno,
mujeres que son de adorno
se caen de la vitrina.

Soy morocha y argentina,
ni posmoderna, ni nada,
no sonrío a la carnada
ni acato la voz del amo,
yo no como de la mano
y más si es mano enguantada.

Me enamoro porque sí
sin preguntarme la causa,
el corazón es la balsa
que siempre va a la deriva.

Cuando me piden que escriba
sobre el juego glamoroso,
la casita o el reposo
y el nido de enamorados
yo contesto que a mi estado
no le conviene un esposo.

Aguanté los vendavales
del criollo más macanero,
bacanales de soltero
con aires de nuevo rico,
puro jarabe de pico,
entre cuervo y golondrina,
soy morocha y argentina
y el brillo me importa un corno,
mujeres que son de adorno
se caen de la vitrina.

Me enamoro porque sí
sin preguntarme la causa,
el corazón es la balsa
que siempre va a la deriva.

Cuando me piden que escriba
sobre el juego glamoroso,
la casita o el reposo
y el nido de enamorados
yo contesto que a mi estado
no le conviene un esposo.

Puro jarabe de pico,
entre cuervo y golondrina,
soy morocha y argentina
y el brillo me importa un corno,
mujeres que son de adorno
se caen de la vitrina.
Me reencontré con Fer. Si el de Fer de más abajo. Está felíz, muy bien, haciendo lo que le gusta, en pareja con la mujer que siempre quiso y quiere, tiene una hija HERMOSA que se llama Esmeralda (Esmeralda!!!).

Una amiga se acaba de comprometer, trabaja en el mismo edificio que yo, ayer subimos varias a felicitarla y ver su anillo.

Una de mis amigas más queridas acaba de ser mamá. Su hija es bellísima, se llama Montserrat (¿qué onda con el reciclaje y los nombre vintage?). Tiene una casa propia, hermosa, un marido que es un personaje, un tipazo, un amor. Hasta tiene una perrita (no comprada, adoptada en un refugio de perritos abandonados, comulgamos con la solidaridad y el humanismo).

Es raro esto de ver todo lo que pasa a tu alrededor. Sobre todo cuando no te pasa a vos, y, por así decirlo, debería estarte pasando (vil parámetro social, y si bien hace rato entendimos que no formamos parte de el, jode).

Estoy felíz por mis amigos. Los quiero entrañablemente, a pesar de las distancias, a pesar de no vernos siempre ni seguido. Los quiero muchísimo, y estoy tan felíz por ellos. Porque están bien, porque tienen la vida que quieren y se merecen (aunque bueno, en honor a la verdad se merecen eso, y mucho más).

Entonces qué me pasa? por qué me siento mal? por qué (si, debo reconocerlo) hubo cierto asomo de envidia por ahí?

Podría ser porque, a mis 30, no tengo casa propia, no tengo coche, comparto departamento con amigas por lo que no puedo tener perro.

Podría ser porque tengo un trabajo que si bien algunos heredarían felices y agradecidos, ya no me inspira, me cuesta, me aburre, aún más si le sumamos a eso el increiblemente absurdo submundo que es la oficina y todas sus mediocres y enfermizas dinámicas, lo cual, francamente, de aburre aún más, hasta la desesperación.

Podría ser también que no tengo hijos, ni un pareja real... bueno, tengo pareja, si, pero está total, absoluta y cada vez más claramente doomed: transita derechito a ningún lado (y lo quiero eh?, no me malentiendas, y es un buen tipo, y tiene buen corazón, y creo que lo he hecho muy felíz, pero le tiene tanto miedo a la vida y a las relaciones, y es tan infantil...)

Pero no. No es eso. No es ni la falta de casa, coche, o perro. Ni el desencanto en el trabajo. Ni la falta de hijos o compañero. Esos son detonantes.

Honestamente prefiero la bici al coche, tendría perro sólo si viviera en una casa enorme con un parque donde pueda correr (los perros en los departamentos me dan una tristeza infinita), los hijos es un tema que aún no termino de resolver (me encantan los chicos, y amo a los de mis amigos, pero un propio...mmm), así que digamos que en realidad mi única preocupación real en este momento es tener una casa propia... al tema compañero siempre le podemos encontrar la vuelta, y el trabajo siempre se puede cambiar.

Hay que ir más atrás. Lo que me molesta. Lo que me duele. Lo que me da envidia en el fondo.

Esta gente que está tan bien y haciendo tantas cosas que le gustan, en algún momento se dió cuenta de lo que quería y empezó a laburar para que asi fuera. Si bien yo no podría ser ninguno de ellos (aunque debo decir que me parezco bastante a Fer), ni tener sus vidas, envidio el hecho de que hayan sabido mantener el timón a pesar de todo y a lo largo del tiempo, y ahora están donde quieren —lo anterior parece frase de libro de autoayuda—.

En resumen: uno tiene la vida que se construye. Y de repente me doy cuenta que no es un tema de lo que tenés, lo que lograste o no —éxito, pues—, y tal. Lo que me molesta es que yo no supe ni estoy sabiendo construir la vida que quiero. Y no me gusta sentirme frustrada, y me doy cuenta que el miedo se ha instalado bastante a gusto últimamente en mi cabeza, y yo siempre fui anti-miedo: el miedo me activaba. Y logró paralizarme.

No no. Esto no puede seguir así.

Se vienen cambios.

Keep tunned in.

Pura baba de perico

Te caché. Y si, probablemente te estás buscando, probablemente, todo lo que hacés, lo hacés de la manera más honesta, en términos de una búsqueda que te lleva de un lado al otro, te hace rebotar mareada, no siempre —o nunca— aterrizando donde pensabas.

Pero no sé, algo no cierra, algo me dice que no sos tan cándida ni tan presa de tus circunstancias —muy poca gente realmente lo es, y generalmente por cuestiones mucho más graves de las que vos o yo viviríamos jamás en la vida, así que no nos hagamos— y que, probablemente, encontraste el papel que vende. Y vos yo sabemos que, en este momento y en este lugar, el posicionamiento es un temita importante y valioso.

Veremos. Yo por un momento —chiquito, pero real— me la creí. Y casi. Casi, caigo. Porque en el fondo me hubiera encantado, la verdad.

Puro pájaro nalgón.

¿Será?