miércoles, 23 de septiembre de 2009

BDay... de Birth Day o Black Day

Anoche llego a casa y me pongo a charlar con mi rommie desde la puerta de su estudio: estamos de estreno, entonces, aunque pegamos onda enseguida cuando nos conocimos y sabemos que está todo re bien e iremos entrando en confianza de a poco, aún estamos en la fase en que no nos sentamos a charlar mientras compartimos el desayuno o un tesito en el living. No, por ahora la dinámica es: yo llego, paso indefectiblemente por la puerta de su estudio donde el lee y escribe y trabaja sin parar en el tramo final de su tesis, le pregunto cómo va, me cuenta su día/días/semanas dependiendo de mi período de ausencia, y vamos derivando en temas varios, nos hacemos un par de chistes o comentarios divertidos/inteligentes/insightful (má'ndáaaaa...), es decir, socializamos, hacemos un poco eso que los gringos llaman bonding... aunque creo que para los gringos ese concepto es considerablemente más corny... o no, no sé, pero de algún lado saqué la idea.

Pero bueno, total que ayer llego y nos mandamos la charlita de rigor (una servidora siempre parada en el marco de la puerta de su estudio) y al final me cuenta que no había podido estar la noche anterior para recibir amiga (mía) proveniente de Guanajuato (yo llegaba en ese momento de uno de mis períodos de ausencia) porque había tenido una noche difícil: se había tenido que ir corriendo del seminario en la UNAM al sepelio de la mejor amiga de su novia, que había muerto.

Zas, a mí las noticias de muerte me pegan, mal, siempre, pero más que nada cuando se trata de gente joven... entonces empiezo a preguntarle, acongojada, qué edad tenía la chica en cuestión, qué le pasó... esperando que me dijera que la chica tenía cáncer, que le había dado una embolia, que la había atropellado, como mucho, un camión ponele, ya en plan trágico...

La chica en cuestión tenía 24 años. 24. Y murió el día de su cumpleaños, al finalizar su fiesta de cumpleaños. La mató su novio. A cuchillazos.

Dejate de joder. DEJATE DE JODER. Y no estamos hablando del barrio, de gente pobre, sin educación, con tendencia a la violencia. No estamos hablando del típico y socorrido crimen pasional. Estamos hablando de estudiantes universitarios, becarios, pensantes y futuros pensadores de profesión. Y estamos hablando del hijo de un diputado del PRD.

Sábado, fiesta de cumpleaños. El pibe sacado, berrinchudo, molesto. Empieza a despachar gente a las 3 de la mañana. A las 4 ya no hay nadie. Bueno, unos amigos de ella (de ellos, en común, no sé) que se quedan a dormir, eso acá es común, sobre todo entre gente joven que vive de una beca y no siempre tiene plata para llamar un taximex o servitaxi para que los vaya a buscar y los lleve a su casa, en la Del Valle con suerte, en el norte de la ciudad o Edomex generalmente.

Se van todos a dormir. El pibe asesina a la chica. Intenta suicidarse. Ahora la chica está muerta y enterrada y el pibe en el hospital. Todos esperando que se salve... para que cumpla su condena? ¿para poder cruzárselo en la calle y no dejar nunca de escupirle en la cara que es una asesino y que no merece caminar por esta tierra ni el respeto de sus habitantes? no sé.

La verdad no sé.

Me duele decirlo, pero he visto muchas veces a mucha gente de esta calaña o peor caminar por la calle, volver a los espacios por los que transitaba antes de su delito/daño/desliz, caminar entre quienes fueron testigos como si nada, como entre amigos, como la persona que era antes de hacer lo que hizo y sus verdaderos colores salieran a la luz.

Me duele decirlo, pero eso acá pasa mucho. En este país las gentes no se caracterizan por la toma de postura, la opinión, la acción y/o la denuncia.

Porque además, como el pibe es hijo de un diputado del PRD, se baraja la posibilidad (todos el mundo lo saben, porque todos lo dicen y se encargan de que los demás se enteren) de sacarlo impune de esto, de enterrar el "desliz", y que el pibe siga con su vida de siempre, como antes, como si nada.

Por cada día como este volvemos millones de años atrás, descendemos kilómetros en el espiral de la evolución, y nos volvemos más merecedores de los males, dolores e injusticias que nos aquejan.

miércoles, 9 de septiembre de 2009

que está pasando loco???

Total que me enfermo y quedo tirada dos semanas. Pero no tirada de estuve unos días en cama. Tirada de el vértigo no me permite ponerme de pié, de vamos de mal en peor, de nadie sabe qué carcajos tenés hasta que por fin salta en los síntomas que empeoran brutalmente y en el resultado de los análisis que declaran una infección sistémica en la sangre, una infección en las vías urinarias, y anemia.

Y un tratamiento tan fuerte que, además de la semana que estuviste tirada en una cama, te tira otra semana porque tu cuerpo no tiene defensas y el antibiótico ataca con tutti, así que guardate otros 7 días sin salir, mareada, sin caminar mucho, moviéndote a velocidad tortuga, sin siquiera fuerzas para hablar y con la visión afectada, más chicata que nunca.

Pero la cabeza increible, la cabeza a mil, tanto que parece haberse chupado toda la energía que a tu cuerpo le falta... mucho tiempo, mucho que pensar, mucho que resolver, mucho de lo que darte cuenta... y el mantra permanente: no te olvides. No te olvides de esta sensación, no te olvides de esto que estás pesando y de lo que te hace sentir, no te olvides de esto de lo que te acabás de dar cuenta, no te olvides de todo lo que viste en estos días de pasividad, silencio y observación obligada. No seas tan pelotuda como para dejar que esto sea sólo el síntoma de la que la pasa tan mal que ve como una película toda su vida frente a sus ojos pero después se olvida de todo y vuelve a ser la misma despistada de siempre.

Grabate esto en el cuerpo, en la cabeza, en el corazón, en el ADN nena... porque si lográs capitalizar todo lo que aprendiste, tenés una buena parte del juego adelantada.

(tardías) Reflexiones de una concha dosmilosa intermitente, o de cómo un par ideas boludas te pueden llevar hasta el fondo

El post de WW, el kilombo que se armó, y la cadena de reflexiones que le siguió (las cuales estaban una más intersante que la otra) me dejaron pensando...

Yo era una dosmilosa intermitente, aunque siempre quise serlo permanentemente: siempre fui muy peluda. Al punto que mi vieja me llevó a depilarme por primera vez cuando tenía 11 años. Tengo una obsesión con no tener pelos que me lleva a sentir un placer inusitado cuando me depilan las piernas, las axilas, el abdomen... el bikini es otra cosa, dolerá como la primera vez hasta que muera creo yo, pero en este caso el placer viene después y hace que las estrellitas, las puteadas murmuradas y los gritos sofocados valgan la pena.

Pero volviendo al tema, no siempre podía estar tan dosmilosa como quería: cuando tenía plata para ir a la depiladora, no tenía tiempo; cuando tenía tiempo, no tenía plata... fue ahí cuando me dí cuenta.

Nena, si laburás como negra todo el día para vivir como querés, y parte de vivir como querés es estar como querés, y no podés ni siquiera ir a la depiladora cuando querés (que en mi caso va más allá de la presencia masculina en mi casa o en mi cama), una de dos: o te estás matando por nada, o necesitás organizar mejor la manera de gastar la plata que ganás.

Y claro, un poco de las dos. Me estaba dejando explotar por insegura, obse y miedosa, y mi administración era bastante... perfeccionable, digamos.

Lo más loco es que no sólo en el laburo: así con todo.

Si era fin de semana y por fin iba a tener tiempo, llegaba el maula, y por estar con el, no iba a la depiladora. Si me pedían que fuera a laburar el sábado, cuando había laburado toda la semana de 9 de la mañana a 12 de la noche, iba. Si una amiga se instalaba en casa o me arrastraba a pelotudear el fin de semana entero y nada más, lo hacía. Si me invitaban a cenar y fiestear en La Condesa y me quedaban los últimos pesos del mes, iba, y me lo gastaba todo.

Y no, no era una opción que hacía simplemente porque me daba fiaca o porque así decidía disfrutar mi tiempo y/o dinero.

Era por miedo: miedo a decir que no, miedo a que al decir que no (a todo, a lo que fuera) me fueran a dejar y cambiar por algo mejor, miedo a perder lo que tenía y quedarme sin nada...

Ah la miércoles... y después dicen que los blogs son una pérdida de tiempo...

Convalescencia reflexiva

Hay una serie de posts que hace rato quiero hacer y que esta triple enfermedad me ha dado tiempo de pensar y repensar... creo que esta noche es cuando... el guacho me sacó de la cama y ahora no me puedo dormir...

Malísimo, qué me hago: no me quiero dormir. En realidad me dió la excusa perfecta para darle a la tecla y agenciarme un ratito de soledad y paz...