martes, 15 de julio de 2008



Me separé. No que estuviera casada. Pero la que era nuestra relación no cabía dentro de la definición "novios", por lo que no podría decir "cortamos" o "lo pateé" -ahora que lo leo, suena re infantil. Eramos concubinos, digamos, pareja.

Además de lo ya expuesto, no puedo decir "lo pateé" porque, si bien la decisión fue mía, en realidad habría que decir "nos dejamos": cuando decís "Te amo, mucho, pero no podemos seguir así. Necesitamos reajustar algunas cosas, recontractuar" y el otro decide seguir impasible, queda claro que la decisión fue conjunta: por un lado límite, por el otro inercia y negación -aún me sigo preguntado si en realidad era fiaca provocada por falta de amor: horrible.

Así que acá estoy, de regreso en mi querido DF, y, gracias a la deidad correspondiente, de regreso en mi trabajo -que además me gusta mucho- y buscando casita para rentar, gimnasio, etecé etecé.

Y es muy loco, pero estoy bien. Claro, triste. Mucho. Sacudida y sacada de onda aún, e incrédula un poco (a veces veo cosas y siento cosas que me hacen querer agarrar el celular y mandarle mensajitos -el Domingo, en La Lagunilla, encontré unos Bichitoys fraudulentos de unos supuestos "diseñadores/artesanos alternativos", por ejemplo- o escribirle por el msngr -eso más que nada porque por momentos me da tanta impotencia y desesperación que en realidad lo que quiero es putearlo hasta cansarme-, pero la verdad, a pesar de tenerlo tan a a la mano he aguantado bastante bien... "un día por vez, al mejor estilo Doble A", decíamos hoy con una amiga, pero tranquila, bien. Creo que estar tan ocupada me estabiliza, y tantos planes y cosas que hacer mantienen la cabeza aterrizada.

Igual, creo que con los años me he ido volviendo, además de más segura, un poco más pragmática, y sobre todo, decidida. También, algo que he aprendido -qué triste- es que nadie se muere de amor, salvo que lo decida. Y yo quiero demasiado mi vida, la vida y al mundo como para morirme por voluntad propia.

Pero esta no es una lista de reproches, desilusiones y razones.

Es, más bien, un hallazgo que me tiene no alarmada -es una cuestión histórica- pero sí sorprendida, porque me tocó vivirla a mí, y verla entre mis amigas, mujeres que considero lúcidas, modernas, autónomas y capaces de zafarse de una estructura rancia, opresiva y mutiladora.

Hablando con ellas, mis amigas (las mujeres, y sobre todo las amigas, hablamos mucho: de la vida, de nosotras, de nuestros problemas, de nuestras parejas) y poniendo en común los pesares de la vida de a dos, comencé a dejar ver la posibilidad de dar por terminada mi relación.

He aquí, el hallazgo como tal; las frases "reconfortantes" y "alentadoras:

- "Bueno, es que somos mujeres. Somos las jodidas, siempre nos va a tocar la peor parte, es así". Quizás deberíamos empezar a hacer como los chinos: nació nena? descarte, y a seguir hasta que salga varón. Mejor le ahorramos una vida de sufrimiento a la pobre chica.

- "Bueno nena, es que así son los hombres, entendelo, eso es todo lo que puede hacer". Ah. Entonces nosotras somos el sexo débil, cobramos menos por hacer el mismo trabajo, que además nos cuesta el doble porque somos menos intelgentes y genéticamente capacitadas, y a ellos hay que entenderlos y tenerles lástima.

- "Bueno (nótese el resignado inicio, común a todas las frases), es que ellos son así. Son hombres, a nosotras nos toca hacer todo, está claro que somos las mujeres las que siempre tenemos que sacar todo adelante, es así con ellos". Me están cargando. No éramos el sexo débil???

- "Bueno nena, pero te mantiene, tenés una linda casa, estás tranquila, no tenés que hacer nada... de qué te quejás". A ver. Si tenés que pedir plata (y dar explicaciones) a un tipo que te pone caras cada vez que tiene que meter la mano en el bolsillo hasta para comprarte una bombacha, si no coneguís laburo y te la pasás encerrada en tu casa y el cuando llega de laburar no tiene ganas de salir, ni ganas de hablar, ni ganas de darte bola, si te la pasás haciendo tareas de ama de casa cuando toda tu vida laburaste mucho y en lo que te gusta para pagarte una empleada que te haga todo por que eso no es lo tuyo... claro!!! de qué te quejás, pedazo de histérica???

- "Bueno... es que vos también, sos medio especial". Eso seguro, soy MUY especial, y muy rompebolas, como todo el mundo. Pero si tener claro lo que querés, hacérselo saber al otro que te dice que quiere lo mismo, y recordárselo cuando hace todo lo contrario y más, es jodido, soy MUY jodida. Y prefiero quedarme sola toda la vida.

- "Bueno, puede ser... quizás el problema sea yo, soy demasiado exigente, tengo que empezar a ceder un poco más... probablemente así sea esto... y bueno, lo cierto es que me hacía falta un poco de tranquilidad en la vida... y qué voy a hacer si me regreso? ya dejé todo...". Esa, en algún momento, fui yo, comenzando a pensar que, quizás, todo lo que leyeron arriba podía ser cierto.

"Bueeeno"... creo que ya descubrí por que no estoy TAN mal.

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