miércoles, 16 de julio de 2008

Mentí

No estoy triste. Ni muy triste.

Me estoy muriendo de tristeza.

Tengo un hueco que empieza en el esófago y termina en el abdomen bajo.

Rebalsa angustia, incredulidad, incertidumbre, dolor, extraño, impotencia, abandono.

Aún así hay una calma que sale de nosédónde y me contiene mandando oleadas que limpian el hueco -lamentablemente, dada su condición vuelve a llenarse cada vez-. Y así vamos, cada día.

Será el duelo.

En fin.

Outburst.

4 comentarios:

JB dijo...

como ya bien dijiste, lo bueno y lo malo es que nadie se murió de amor.

el tiempo todo lo cura. pero qué triste!

te estoy buscando el mail de carmen maría pero no lo encuentro. ni bien lo tenga te lo paso...

azm dijo...

marimoras, pues nada que es un gusto tenerte de vuelta y no, no estás loca, ni tenés grietas en el cerebro ni nada... simplemente cuando deja de ser, deja de serlo y si te pone mejor estar por tu lado, pues nada a tu bola... de que es jodido ni quién lo niegue, pero más jodido es no tener que comer, o no?

TE MANDO UN BESO GRANDE PELOTUDA

ChiKiVeRe dijo...

Pero ese hueco que parece infinito a poco vuelve a ser recompensado... sí, queda siempre cicatríz pero dime tu quién no sabe que las cicatrices son las huellas de sufrimiento pero más aún de aprendizaje.

Todos en mayor o menos medida tenemos esas huellas, aqui estamos los que te queremos para ayudarte a sanar. el cariño fraterno es un buen remedio.

Un besote.
(La vere con 13 kg menos, sí cada vez más linda...)

Morocha dijo...

GRACIAS. Milochomil gracias.
Cuando el apapacho llega justo a tiempo, es lindísimo.
Abrazos al por mayor.

JB: ojalá aparezca! y mil gracias por eso también.