jueves, 28 de agosto de 2008

Dear friend

El amor.

Cosa compleja si la hay. Cosa difícil.

Maravilloso y cruel, tierno y caníbal.

Lo bueno de las borracheras es que más allá de una tremenda resaca que te puede llegar a durar, como he constatado a medida que los años se amontonan, dos días, no pasa. A lo sumo consecuencias, pero en el momento que empezaste a empinar de alguna manera ya sabías y es algo con lo que estás dispuesto a vivir, y hasta divertirte.

El amor deja tanto más. Y tan mezclado. Y esa náusea que durará siempre más —bastante!— que dos días.

Por suerte la negación a la cerveza dura poco. Después, uno descubre que hay marcas... qué lo parió que imbuidos estamos en esto del oficio que hasta se vuelve metáfora de la vida real...


Que la fuerza lo acomapañe, queridísimo.

1 comentario:

azm dijo...

te quiero mucho marimo...y a pesar de que esa última botella me está matando... ja digamos que puedo más que el vicio