miércoles, 6 de agosto de 2008

Nada me molesta más que la gente que está siempre tratando de ser quienes no son, vender lo que no tienen, prometer, y encima, prometer lo que no cumplirán.

Esa gente que para triunfar en la vida necesita todo tipo de herramientas de manejo del poder, de manipulación, de espionaje, de aprovechamiento de las debilidades ajenas, de compración con el de al lado para salir ganando.

Boy are they poor at heart, poor at self, poor at brains. Boy are they hungry.

Quizás a eso se deba mi debilidad por los hombres que andan por la vida con la desfachatez -ojo, no conformismo, no soberbia- y la transparencia de ser quienes son. Ojo, que tampoco es lo mismo que un tipo que se haga el asumido, el superado, el seguro.

En un hombre, así como en una mujer, que pueda verse al espejo sin necesitar compararse, pelearse, o triunfar sobre nadie para no sentir ansiedad, está la semilla de aquél o aquella que capaz de dar y recibir amor, de todo tipo, en todo momento, en toda situación.

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