jueves, 28 de agosto de 2008

Dear friend

El amor.

Cosa compleja si la hay. Cosa difícil.

Maravilloso y cruel, tierno y caníbal.

Lo bueno de las borracheras es que más allá de una tremenda resaca que te puede llegar a durar, como he constatado a medida que los años se amontonan, dos días, no pasa. A lo sumo consecuencias, pero en el momento que empezaste a empinar de alguna manera ya sabías y es algo con lo que estás dispuesto a vivir, y hasta divertirte.

El amor deja tanto más. Y tan mezclado. Y esa náusea que durará siempre más —bastante!— que dos días.

Por suerte la negación a la cerveza dura poco. Después, uno descubre que hay marcas... qué lo parió que imbuidos estamos en esto del oficio que hasta se vuelve metáfora de la vida real...


Que la fuerza lo acomapañe, queridísimo.

domingo, 10 de agosto de 2008

En México

Los restaurantes cierran a las doce.

No hay cafés que se convierten en bar a medida que avanza la noche y en los que si querés hasta cerrás la noche desayunando un cortadito con medialunas de manteca.

En los bares casi no podés hablar, porque la música, aunque está muy buena en general, está como en boliche.

La gente que va a un boliche puede entrar a las 11, si quiere. Y no, no van a estar más solos que Neustad.

Cuando dicen que algo será "hasta", es que sucederá en aquel momento del futuro. Ponele: "Cuándo llega fulanita?" "Hasta el lunes". Una pija es un tornillo muy grande. Tirar es garchar. Fajar es chapar. Dicen "no puede ser posible".

Conocí chicas que a los 35 viven con sus viejos y les piden permiso para salir o para volver después de las 12 de la noche.

No se puede caminar, salvo en determinadas colonias -barrios- muy pequeños.

Todavía hay chicas que dejarán su casa sólo si se casan.

No te podés quejar, no podés discutir, no podés armar quilombo. Bueno. Poder, podés, pero creeme que es otra historia.

La gente es muy endógama.

Y muchas otras cosas más.

Pero aún sí, y por razones que enlistaré más adelante -calculando que serán muchas-, no me puedo ir de acá, y cuando vuelvo a Argentina por más de dos meses, extraño como loca.

Y no por nada la gente se ríe mucho cuando digo que soy "argenchilanga 100%", pero me cree.

miércoles, 6 de agosto de 2008

Nada me molesta más que la gente que está siempre tratando de ser quienes no son, vender lo que no tienen, prometer, y encima, prometer lo que no cumplirán.

Esa gente que para triunfar en la vida necesita todo tipo de herramientas de manejo del poder, de manipulación, de espionaje, de aprovechamiento de las debilidades ajenas, de compración con el de al lado para salir ganando.

Boy are they poor at heart, poor at self, poor at brains. Boy are they hungry.

Quizás a eso se deba mi debilidad por los hombres que andan por la vida con la desfachatez -ojo, no conformismo, no soberbia- y la transparencia de ser quienes son. Ojo, que tampoco es lo mismo que un tipo que se haga el asumido, el superado, el seguro.

En un hombre, así como en una mujer, que pueda verse al espejo sin necesitar compararse, pelearse, o triunfar sobre nadie para no sentir ansiedad, está la semilla de aquél o aquella que capaz de dar y recibir amor, de todo tipo, en todo momento, en toda situación.

Update

Estoy mejor. Mucho mejor.

En el mes que llevo acá, de regreso, han pasado muchas cosas que aún no termino de procesar ni tengo tiempo de postear ahora, pero lo haré, tengo muchas ganas.

Mejor, así no las olvido.

Estimulando al pueblo

Visto hoy en la mañana en alguna de las tantas accidentadas y en arreglo intersecciones DeFeñas, en la portada de un periódico de corte amarillista y popular :

"TODOS A JALÁRSELA*!!!"

y de fondo una foto de Marcelo Ebrard, alias "El Carnal Marcelo*", jefe de esta querida, maravillosa y surreal Tenochtitlan*, sonriente y con el puño en alto.


*Jalársela: chaqueta en mexicano, manuela en argentino.

*Carnal Marcelo: compañero de aventuras del entrañable Tin Tán, cómico mexicano de la época de oro, y a quien la revista Algarabía dedica su número de este mes.

*Tenochtitlan: nombre que le dieron lo pobladores prehispánicos a la ciudad de México.


PD: hubiera publicado la foto, es muchísimo mejor verlo, pero El Metro -periódico en cuestión- no tiene sitio WEB!!!!