viernes, 16 de julio de 2010

Horrible

Antenoche soñé que mi papá me traicionaba y luego me hacía/dejaba, no me quedó claro, maltratar y matar.

Fue horrible. Pero muy. Me desperté con una especie de sorpresa triste y angustiada, y con una gran sensación de verdad. Inexplicable.

Yo no veo a mi papá hace mucho tiempo, ponele unos 6 años. Quizás más. Es un pobre hombre. Experto en la violencia física y psicológica, mentiroso, torturador. Pero es un pobre tipo en el fondo. Sufre muchísimo por su propia naturaleza, la culpa lo acosa, lo persigue. Y necesita desesperadamente amor, pero no puede recibirlo porque sentirse vulnerable lo vuelve loco.

Ante ese panorama yo salí... difícil. El miedo, la amenaza, la mentira, la manipulación, me hace reaccionar mal, muy mal. Me salta la ficha. No lo entiendo, no lo quise entender nunca ni nunca querré, porque un poco entenderlo para mí es justificarlo. Y eso no se vale. No tiene justificación, en nadie, porque en el fondo probablemente lo que no puede tener justificación es lo que mi viejo hizo.

Hace un par de años tomé conciencia de que está pisando los 70. Está grande, tiene diabetes. Puede que le quede poco tiempo. Y pensé que quizá es hora de volver a verlo, acerarme a él, darnos un poco de paz a los dos, resolverlo, porque no hace falta explicar la obvia verdad de cómo un viejo te marca y marca la manera en que te relacionás con los hombres.

Por lo menos hasta que tomás conciencia.

Entonces, pienso que quizá es hora de ir a verlo. De escucharlo, perdonarlo y dejarlo ir internamente. Ya entendí que en realidad "con él" no tengo que solucionar nada, en términos de que él tenga que ser partícipe en el proceso. No puede, y sería hacerlo sufrir más, y la verdad eso de torturar al torturador y ojo or ojo y venganza y que pague no es lo mío. No me lo permito. No pienso repetir la historia.
Lo que yo tengo que solucionar con él es interno, y pasa más por verlo y decirle que lo quiero y siempre lo voy a querer. más allá de todo. Que está todo bien.

Y no sólo por el tema de la relación por los hombres. Eso es, en este momento. Algo down the line. Es más bien porque voy a tener un hijo o una hija algún día, y quiero tener la posiblidad de criarlo desde otro lugar y transmitirle otras posibilidades, otro panorama del mundo, un espejo más sano, amoroso y positivo en el que reflejarse.

Pero me da mucho miedo. Sé que me lo voy a encontrar viejo, disminuido, sólo, en desventaja, y eso me parte el corazón. Quizá porque pienso que es lo único que tenía. No sé. Lo que daría por verlo bien.

Y ahora este sueño.

Probablemente me está diciendo lo que ya sé. Que no deje de acercarme. Con cuidado, con conciencia, atenta a lo que ya sé que puedo esperar, aceptando esa realidad. Pero que lo haga.

En fin.

Veremos.

2 comentarios:

JB dijo...

uf. qué difícil lo que contás. yo, bueno, estoy medio dormida y no sabría que decirte. sólo quería comentar que no había agradecido tu comentario largo y buena onda y para que te llegue seguro, lo hago por acá. debería sacar los comentarios porque después no los respondo y es muy mala onda.
espero que estés más o menos bien. no entiendo del todo la historia subyacente. pero beuno, algún día que te den ganas me la contás por algún medio.
besos!

Morocha dijo...

Nada que agradecer Juli, creo fervientemente que los comentarios no deben de agradecerse. Claro que si querés, te parece necesario o si te dan ganas si, pero no hay obligación.

Igual agradezco el tuyo y los buenos deseos. Estoy bien. Digamos. Muy movilizada. Pero tranqui.

La historia subyacente, que contaré por mail, me pegó tremendo sacudón hace cosa de tres meses. La fase "piltrafita" ya la pasé, pero ahora la cabeza me da vuelta a mil revoluciones por minuto y estoy descubriendo otra perspectiva muy interesante del panorama.

Ah, y vi Fotobutiando. Tu marido tiene razón: ESTÁS flaca. Oh, las mujeres (argentinas, agregaría acá) y nuestro peso.

Un abrazo y gracias por la buena onda!