martes, 18 de marzo de 2008

Songitanofilarmónicojazzístico

El sábado fue una delicia.

Fiaca gatuna entre mimos y reencuentros, comer tarde con el hambre y los sentidos a flor de piel que dejan horas de verterse uno en el otro, bañarse a cualquier hora y partir a descubrir El Fusilado en la Valenciana guanajuatense: los domingo BBQ, vale la pena ir digo yo, se pone lindo. Y tienen mezcal -pusieron Mezcalería acá, pero como que aún no termino de entenderme con que esté en un centro comercial, al lado de Cut Story -peluquería infantil-, el Starbucks y un hotel. Soy muy visual, muy de crear atmósfera... y sentarte a echar mezcalito en una vidriera más, y encima al lado de una carretera... mmh... -aún- no me mola.

Domingo comida china y partida otra vez a Guanas, charla a calzón quitado con Quim -qué capacidad tiene este chico de sobreponerse a todo, un maestro- recorrida por la feria del libro y visita a puestazo -pués-ta-zo- de discos a comprar golosinas. Estaban pasando El hijo de la novia en la escalinatas de la uni pero nos fuimos a ver al Quinteto Saravá al principal. El chico que canta -y otro más, me pareció, el colo de saxo- es argentino. Muy buen concierto, la bossa nova me lleva a un lugar dentro mío que no conozco, pero resuena tan familiar y placentero... me di cuenta que sabía buena parte de las letras porque inconscientemente acompañaba a Diego cantando bajito bajito, casi para adentro. Debe ser la sangre mulata de la Abuela María.

Caminando fuimos a parar al Zilch, a continuar sin querer queriendo la velada musical. Son del Montón, Escalante -clarinete-, un chico con flauta traversa y otro con guitarra gitana intentaban una grabacion. Algunas canciones debieron repetirse, cosa que no molestó en lo más mínimo, cada versión salía mejor. Hablando de atmósferas. Y Quim cerca, y mirarnos , a pesar de todo, a pesar del tiempo, así.

Al final creo que salió bien el registro. Asumo, porque nos tuvimos que ir. Qué bueno que fuimos, qué lindo estuvo... y qué bizcocho el chico de la guitarra gitana. No veo la hora de que llegue el FIAC.

Me gusta pasear por Guanajuato. Su ambiente, los personajes. Que los turistas no lleguen a todos lados: la ventaja de los recovecos.

Y me gusta no vivir ahí.

Y como que está empezando a gustarme este anonimato, poder aprovechar el tiempo para hacer y cultivar tantas ideas abandonadas. Y cada vez más me gusta mi casa.

Y cada vez nos entendemos mejor con Quim.

Y leo como desaforada y mi cabeza va saliendo del sopor que causa el miedo al cambio y me entran unas ganas enormes de producir.

Y escribo esto mientras la brisa entra por la ventana, empujada por el canto de los pájaros...

A lo lejos llega Towa Tei del estudio. Hace rato no lo escuchaba... qué bien va a quedar mi iPod.

En fin... parece que no está todo tan mal.

Tengo ganas de abrazar a alguien, o a mucha gente.

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