sábado, 28 de agosto de 2010

Yyyyyyy....

Acá no hay nada más que decir.

Por fin, esta historia se terminó.

Este blog no va a desaparecer porque es parte de mi historia.

Este proceso me cambió la vida. Y como tal, lo miro llena de amor, y con toda la intención de no olvidar.

Pero ahora, a otra cosa mariposa. Vida nueva, blog nuevo.

Gracias

lunes, 23 de agosto de 2010

Me reí tanto, que cuando me quise dar cuenta, me había sanado el corazón.

martes, 17 de agosto de 2010

Días

Como hoy.

Que te sentís para la mierda. Que la ansiedad te gana más que nunca. Que hacés exactamente todo lo que no tenés que hacer. Que no te concentrás.

Que pensás en todo lo que no fue. Y pensás que qué rara es esta sensación de en realidad estar aferrada a la inercia de tener a quién darle tu amor y lo que sos y que te quiera (porque te das cuenta que sos muy querendona, que necesitás querer y que te quieran).

Y pensás que qué jodido todo y qué jodida estás, pero seguís en loop en el mismo lugar, pensando en lo que sabés que no te sirve y ya no vale la pena.

Y te sentís sitiada en tu propia ciudad, en tu propia comunidad virtual, simbólica y literalmente. Y te sentís agobiada, porque los filtros se hacen cada vez más permeables y la info que no tenés ganas ni fuerzas para ver se cuela como agua por techo de junco.

Y todavía te falta toda una semana.

Pero bueno, también estos días son los que te sirven para darte cuenta que ya creciste un poco más: esas ganas de irte (a otro país, volverte al tuyo), ya no son más que un trasfondo de evasión, y este escozor, ni más ni menos que el síntoma de que te estás despegando por fin de lo que te tenés que despegar.

Está bueno darte cuenta que tu nivel de resiliencia sube de manera proporcional a la caída de tu nivel de vulnerabilidad y volatibilidad: ya pocas cosas te hacen tirar la toalla, y queda más claro que lo que viene va a ser mejor, y no por ley de vida, si no porque tu capacidad de elección se perfecciona.




(igual, no dejar de ser un día de mierda, y él, un flor de pelotudo)

martes, 3 de agosto de 2010

Descubrimos

- El sexo es una droga de diseño inventada por dios.


- Hoy creemos en dios.


- Es una droga muy efectiva.


- Sus principales componentes son químicos.


- La química no necesariamente se basa en reacciones inmediatas. El chispazo a veces tarda un poco en saltar. Y a veces mientras más tarda más rico al final.



- Tenemos un bultito en el seno derecho. Importante. Miedo un poquito pero con calma, la semana que viene vemos a ginecóloga.

Más que el miedo de lo que pueda ser (es increible lo confiada que puede ser la gente en el destino que intuye para sí) le tenemos pánico a la biopsia.

jueves, 29 de julio de 2010

lunes, 26 de julio de 2010

El tiempo pasa...

¿Querés ser mi novia?

Aw.

Silencio.

Ternura infinita. Me lo como a besos. Me río. Lo miro.

"¿Es en serio'"

"Pues si me dices que sí, sí. Si me dices que no, no y ya"


Silencio. Miradas. Mimos.


"Pues piénsatelo y me dices... y bueno, si quieres salimos un rato y vemos..."

"Sí, me gusta la idea."





Ganas subterráneas, subconscientes, por un momento, de decirle que sí.

Pero ya no somos la misma. Tenemos la piel más curtida. Vamos más despacio. Nos gusta estar solas.

Y, no nos hagamos: estamos en duelo aún.



La diferencia de edad siempre por algún lado se nota.

miércoles, 21 de julio de 2010

Fucking butterflies

Navegamos aguas tiburonadas otras vez.

Pero esta vez, ya no somos mojarritas.

Igual todavía no sabemos cómo nos sentimos eh... raro... somos comos una sirena que va tanteando de a poco la orilla de un mar mil veces surcado.

Aprendé a nadar mariposa de una vez, nena.

viernes, 16 de julio de 2010

Horrible

Antenoche soñé que mi papá me traicionaba y luego me hacía/dejaba, no me quedó claro, maltratar y matar.

Fue horrible. Pero muy. Me desperté con una especie de sorpresa triste y angustiada, y con una gran sensación de verdad. Inexplicable.

Yo no veo a mi papá hace mucho tiempo, ponele unos 6 años. Quizás más. Es un pobre hombre. Experto en la violencia física y psicológica, mentiroso, torturador. Pero es un pobre tipo en el fondo. Sufre muchísimo por su propia naturaleza, la culpa lo acosa, lo persigue. Y necesita desesperadamente amor, pero no puede recibirlo porque sentirse vulnerable lo vuelve loco.

Ante ese panorama yo salí... difícil. El miedo, la amenaza, la mentira, la manipulación, me hace reaccionar mal, muy mal. Me salta la ficha. No lo entiendo, no lo quise entender nunca ni nunca querré, porque un poco entenderlo para mí es justificarlo. Y eso no se vale. No tiene justificación, en nadie, porque en el fondo probablemente lo que no puede tener justificación es lo que mi viejo hizo.

Hace un par de años tomé conciencia de que está pisando los 70. Está grande, tiene diabetes. Puede que le quede poco tiempo. Y pensé que quizá es hora de volver a verlo, acerarme a él, darnos un poco de paz a los dos, resolverlo, porque no hace falta explicar la obvia verdad de cómo un viejo te marca y marca la manera en que te relacionás con los hombres.

Por lo menos hasta que tomás conciencia.

Entonces, pienso que quizá es hora de ir a verlo. De escucharlo, perdonarlo y dejarlo ir internamente. Ya entendí que en realidad "con él" no tengo que solucionar nada, en términos de que él tenga que ser partícipe en el proceso. No puede, y sería hacerlo sufrir más, y la verdad eso de torturar al torturador y ojo or ojo y venganza y que pague no es lo mío. No me lo permito. No pienso repetir la historia.
Lo que yo tengo que solucionar con él es interno, y pasa más por verlo y decirle que lo quiero y siempre lo voy a querer. más allá de todo. Que está todo bien.

Y no sólo por el tema de la relación por los hombres. Eso es, en este momento. Algo down the line. Es más bien porque voy a tener un hijo o una hija algún día, y quiero tener la posiblidad de criarlo desde otro lugar y transmitirle otras posibilidades, otro panorama del mundo, un espejo más sano, amoroso y positivo en el que reflejarse.

Pero me da mucho miedo. Sé que me lo voy a encontrar viejo, disminuido, sólo, en desventaja, y eso me parte el corazón. Quizá porque pienso que es lo único que tenía. No sé. Lo que daría por verlo bien.

Y ahora este sueño.

Probablemente me está diciendo lo que ya sé. Que no deje de acercarme. Con cuidado, con conciencia, atenta a lo que ya sé que puedo esperar, aceptando esa realidad. Pero que lo haga.

En fin.

Veremos.

martes, 13 de julio de 2010

Bué...

...y entramos en la fase Bitch come hombres: los tenés a tus piés, te dan un poco de hueva (porque me cae que están remennnnsos los cabrones), los tratás medio mal y disfrutás poniéndolos loquitos.

Pero ojo: me siguen encantando, y como en el fondo soy demasiado buena tampoco los maltrato tanto. Sho me dejo querer, y me divierto en el interín.

Vamos mejorando. Pronto este blog dejará de tratar sobre hombres y boludeces románticas y comenzará a ponerse más interesante. Eso digo yo, claro.

jueves, 8 de julio de 2010

martes, 6 de julio de 2010

Un detalle

Me acabo de dar cuenta que mi mail estaba mal después de meses.

Si por casualidad escribiste y no te contesté, disculpame, no fue intencional.

Corregido el error.

Besos!!

Boundaries testing... 1, 2, 3...

Anoche lo escuché.

En FB, uno de los tantos amigos en común que tenemos posteó su Ustream: estaba al aire en ese momento. Fue automático.

...o bueno, no tanto: yo, a mí misma, me pongo barreras físicas. Cuando estoy por hacer algo que mi intuición sabe me hará daño, por ejemplo (que yo en el fondo sé que me hará daño), mi cuerpo se activa, de una manera que si fuera un robot habrían lucecitas y alarmas por todos lados. Es muy efímero, por lo que me resulta fácil engañarme y pasar el aviso por alto: un pequeñísimo retorcijón, como si me dieran una pequeña puñetada en la boca del estómago; los hombros que se fruncen, como si alguien los estrujara por una milésima de segundo; un rayo que recorre mi columna y se instala por una cantidad de tiempo tan pequeña que podría resultar imperceptible incluso para mí, en mi coxis, y genera una sensación entre punzante y placentera, como exitante.

Pero el tema es que este aviso no necesariamente me previene de algo negativo. Generalmente me previene también de algo fuerte, cardíado, conmovedor o grande, muy grande. Los momentos cruciales de mi vida, para bien y para mal, estuvieron marcados por alguna de estas sensaciones, o las tres, desde que tengo memoria.

Así que todavía no he aprendido a discernir cuándo tengo que dar el paso y cuándo tengo que salir trinando.

Pero bueno, tan mal no me va. Hasta ahora he sobrevivido, y me la he pasado bastante bien mientras tanto, aún cuando la cosa pasa de gris a black-hole (scary black hole) negro. Quizás por eso no termino de aprender a diferenciar la naturaleza de estos avisos, y me permito ciertas necedades. Además, si no probáramos y estiráramos nuestros propios límites, ¿cómo haríamos para dar el salto?

Total que hice click sobre la dichosita dirección de Ustream.

El tiene un programa de radio. Transmite un par de veces a la semana (honestamente no lo sé), en vivo creo. Mis recuerdos en general de su programa son buenos: nuestros universos musicales son parecidos, y su iPod y biblioteca musical me prodigaron buenos momentos.

Y en efecto, muy buena música. Y esa voz, entre ronquita, cachonda y chisposita que me encantaba, sobre todo cuando me susurraba cochinadas al oído mientras me hacía el amor.

Y nada mal. Nada mal. Interesante, de hecho.

Me sorprendió descubrirme escuchándolo contenta y entretenida, sin desconcentrarme de lo que estaba haciendo ni sentirma mal, angustiada, con dolor de panza o extremadamente melancólica y triste.

Me sorprendió muchísimo escucharme a mí misma comentando divertidísima (hablo mucho sola, sobre todo dialogo con las cosas) los posts que aparecían en el chat de la página: todos de chicas, y varios de ellos totalmente intencionados: un "ayyyy chiquitito!!!!" seguido de risas fue lo que se me escapó cuando veo que, seguido de comentario de nueva/vieja reyna (que lo adora, busca e idolatra permanentemente, lo cual lo convierte en la mujer perfecta del momento) aparece comentario de escucha/futura fan tira calzón y acto seguido aparece mensaje/reclamo de amiga y acto seguido aparece reclamo de presencia y atención de nueva/vieja reyna.

Me dió gracia. Me dió ternura. Eso me pasó. Eso. A mí. Que moría de amor por él, que los últimos años de mi vida los pasé enferma de celos presa de su inseguridad y permanente necesidad de reafirmarse a través de eventos como este, como mínimo y ligerísimo ejemplo.

A mí, que lo dejé justamente porque esta harta de ser una cornuda permanente, real y simbólica, y no tener paz, pero que quedé hecha una piltrafita que no podía hacer otra cosa que pensar en él y sufrir como condenada pensando que en efecto, lo que hizo automáticamente fue correr a los brazos de nueva/vieja reyna sin inmutarse y sin el menor recato, sin siquiera intentar hacer como que intentaba recuperarme o hacer que lo nuestro funcionara.

A mí, que estaba a punto de casarme con él y convertirlo en el padre de mis hijos hasta hace sólo 3 meses, y cuando por fin logré dejarlo me desgarré toda por dentro y no podía pensar en otra cosa.

A mí, que bajé 5 kilos porque no podía comer de lo arrugado que tenía el corazón y todo mi interior.

Séeee... a mí, después de todo ese drama.

Me dió gracia. Me dió ternura. Y me dió... cosita. Miré para atrás y todo tomó tanta perspectiva. Y... lo diré, a riesgo de sonar ardida: me dió penita. Por él, ya no por mí.

No me voy a explayar, lo demás es mío y es privado incluso para este espacio. Y no necesito decirlo, ni decírmelo a mí misma, está claro.

Lo que sí puedo decir: new boundary broken. Otro peso que se cae, otra venda de la momia que se deshace en el aire. También puedo decir: I'm back, y esta vez sí aprendí. Quizá por eso bizcochito al acecho no me quita el sueño, y rebotó como pelotita de hule cuando me llamó el sábado para "ir a cenar" aún sabiendo que era noche de bienvenida a amiga recién llegada de Europa y futura a casarse, y otra de las más queridas llegaba expresamente para tal evento a quedarse en mi casa: ¿qué querías que hiciera, man, que la dejara sola en casa y me fuera con vos? ¿que me fuera a tu casa toda la noche mientras mis amigas se festejaban solas? estarás muy bizcocho, papi, pero there's more to life, get it? ah, men...

Bizcochito al acecho reaparecerá eventualmente. Él, el infame, el innombrable, seguirá viviendo en su mundo de caramelo. Y la vida seguirá, con todo lo bueno y lo malo, pero tan llena de sí misma.

Y yo... yo sonrío, y siento mariposas en la panza porque estoy enamoradísima de la vida misma y de mí, esta vieja/nueva (paradojas de la vida) yo que voy re-descubriendo.

1, 2, 3... probando... neeext!!!

domingo, 30 de mayo de 2010

Hay que ser realistas

Le cambié el nombre al blog porque si lo lees de corrido, este es el blog de una mina que lleva años enredadísima en una relación que la hace mierda y, con más o menos variaciones, es de eso de lo que habla, directa o indirectamente.

En honor a la verdad, hay que reconocer que es una crónica de idas y venidas y procesos de duelo inacabados (quizás nunca realmente empezados) de alguien profunda y quizá osbesivamente enamorada.

Así que para qué me hago, esta soy yo ahora, esta he sido yo en los últimos años, por más que me enoje y me enferme a mí misma ahora que me doy cuenta.

Así que a empezar lo que se termina. Este duelo empezó, y va a acabar, porque todo lo que implica el proceso es lo más importante que me ha pasado hasta ahora.

Así que sí. Si entran a este blog lo único que van a leer es las reflexiones sobre el desamor de una mina hecha mierda por el mismo.

He dicho. Sobre aviso no hay reclamo.

De patologías encontradas...

Pleno duelo. O intento de.

Cuando sabés que estás sentada sobre la posibilidad de volver a empezar, but not as in when you know "you're sitting on the winning lottery ticket", porque sabés que ese volver a empezar es el que podría acabar con lo poquito que te queda de vos misma y de vida, te podés volver loca luchando contra vos misma.

Cuando te das cuenta que perdiste toda individualidad, seguridad, autonomía, libertad, posesión de vos misma y, sobre todo, capacidad de relacionarte con el mundo, te podés volver loca de enojo con vos misma, de hipersensibilidad e impotencia.

Porque lo peor de todo es que no sabés por dónde empezar a construir otra vez, te sentís tan débil, tan incapaz, tan vacía, tan pobre.

Y ese not exactly winning lottery ticket ahí, titilando con la posibilidad de darte un piso, una pared en la que apoyarte, una espalda en la que recostarte, un abrazo que te sostenga.

Pero ese es un piso de arenas movedizas, esa una pared de tergopol, aquella una espalda menguante, aquél un abrazo indeciso. Y sabés. Sabés: no podés volver ahí.

Pero sobre todo cuando te das cuenta que tu not at all fucking winning lottery ticket sigue ahí, titilando, pero incapaz de hacer nada más, acostumbrado a esperar a que lo recojas para después, cuando resulte perdedor (a pesar de prometerte que esta vez sería un ganador, porque quería ser un ganador, porque quería todo eso) te mire, y te diga "el problema es tuyo, yo siempre fui un perdedor, pero vos no lo querés ver", sin entender que no se trata ni siquiera de ganar... que con jugársela alcanza...

Eso te puede volver loca de incredulidad, de dolor... y de lucidez... pero el fucking dolor que tiene la capacidad de teñirlo todo y torturarte hasta en sueños.

Sólo queda un mantra: "pasará... pasará, vendrán cosas nuevas, vendrá más vida"... y mirarse al espejo hasta que duelan los ojos y una se deforma... quién sabe, quizá así puedas recuperar la forma original, y volver a empezar.