lunes, 21 de abril de 2008

Eso y...



Sexo fuerte, sexo tierno, sexo recreativo, sexo reparador, sexo divertido, sexo sorpresa... del que sea. Y, aún cuando sea casual, encontrarle, o ponerle, siempre, el lado amoroso.

La cosa es sentirse bien: frescos, relajados, deseables, flexibles, sensibles, ocurrentes, sorprendentes, contentos, queridos y con la piel tersa.

Cuántos estudios muestran con estadísticas y explican con fundamentos psicofísiconeurobiológicos las maravillas del buen sexo.

Está claro. Al mundo le hacen falta más sonrisas. Y este placentero quehacer -¿podría estar más claro?- ayuda. Mucho.

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